Es un pensamiento asombroso que Dios quiere que tú y yo lo conozcamos. Dios desea que nos acerquemos a Él. Si no lo quería, no habría dicho: «Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros» (Santiago4:8a). ¡Qué invitación! ¿Lo aceptarás? Dios te está llamando; acércate para que Él pueda acercarse a ti. Si quieres acercarte más